Fotografía © Julián Salgado Menéndez
Los bronces monumentales que integran la exposición en el Obradoiro fueron creados por el escultor entre los años 1960 y 1982, y son un ejemplo representativo de los motivos principales que sustentan su obra: la fascinación por la figura reclinada y los temas sobre «madre e hijo»; la exploración de la relación entre la figura humana y el paisaje, tanto urbano como rural; la tensión entre lo natural y lo abstracto; y la transformación de los objetos naturales en formas escultóricas.