MATODOSO

Poblado de Colonización de Matodoso, Cospeito (Lugo). 1956

Fotografía © JSC

Arquitectos: Alejandro de la Sota Martínez / Santiago García Mesalles / Miguel Ángel Leal Etchevarría

Ingeniero agrónomo: Mariano Fernández Rico

“El Instituto Nacional de Colonización proyectó varios poblados en la Terra Chá lucense para incentivar la producción agrícola en la zona. Matodoso se diseñó como un centro dotacional, perfectamente delimitado y consolidado con iglesia, escuela, locales comerciales, parada de autobús y centro cooperativo, mientras que las viviendas se distribuyeron en un territorio amplio, vinculadas a amplias propiedades rurales. La racionalidad de la propuesta, lúcidamente identificada con la realidad de la explotación agrícola en esa zona de Galicia, se suma a las formas modernas de cada una de las piezas, tanto las dotacionales como las propias viviendas y sus espacios para los colonos y el ganado.

La expresiva utilización de piezas de piedra en elementos significativos de los edificios dotacionales de Matodoso, la urbanización del espacio público que los relaciona y el diseño de los volúmenes, con cubiertas inclinadas, sin aleros y geometrías simples, son recursos de diseño que aproximan las soluciones modernas a la identidad y tradición de los núcleos rurales típicos de la zona.

La especial conformación del núcleo de equipamientos, sin contacto inmediato con las viviendas, ofrece un conjunto funcional, típicamente moderno, en el que los elementos expresivos son utilizados para diferenciar los diferentes usos dotacionales y hacerlos visibles en el llano paisaje de la zona, a través de elementos elevados, como el campanario, el depósito de agua o los palomares. El continuo contraste entre las líneas compositivas horizontales de las edificaciones, pegadas al terreno, y los esbeltos elementos, de altura mayor que la esperable, dotan al conjunto de una singular personalidad formal.

Matodoso muestra el inteligente análisis del medio con el que sus arquitectos abordaron el proyecto. Los ideales modernos se conciliaron con el entendimiento de una realidad territorial, antiquísima, en la que la dispersión es la forma de ocupación, determinada por valores culturales y económicos.” 

Fernando Agrasar

Scroll Up